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Los forenses confirman que los huesos hallados en una santerĂ­a de Madrid son humanos y robados de un osario o de exhumaciones de la Guerra Civil


 El departamento de ArqueologĂ­a Forense de la Universidad AutĂ³noma de Madrid ha determinado, en un informe, que los huesos hallados en una santerĂ­a de la calle Amor Hermoso de Usera el pasado mes de noviembre son humanos. Entre las conclusiones, señala que corresponden a tres mujeres y un hombre muertos jĂ³venes en el siglo XX y que se trata de restos robados de un osario o de restos de las exhumaciones de la Guerra Civil, probablemente seleccionados por su buena conservaciĂ³n y similitud.

La PolicĂ­a Municipal descubriĂ³ en el establecimiento cuatro tibias cubiertas de alquitrĂ¡n, brea y plumas en una especie de santuario junto a unos cuernos ovinos utilizados para rituales y hechizos. En el local tambiĂ©n habĂ­a restos de animales exĂ³ticos sacrificados que, supuestamente, se empleaban para elaborar y vender pĂ³cimas y ungĂ¼entos sin ningĂºn tipo de registro sanitario. La dueña de la tienda, una mujer cubana, fue denunciada por varias infracciones en materia administrativa e investigada por el hallazgo de los restos. SeñalĂ³ en un primer momento que los huesos procedĂ­an de su paĂ­s. Aunque se sospechaban que eran humanos, la PolicĂ­a Municipal los envĂ­o para su estudio al laboratorio del departamento de ArqueologĂ­a Forense de la Universidad AutĂ³noma de Madrid.

El informe forense destaca que se trata de tres tibias derechas y otra izquierda correspondientes a cuatro individuos diferentes. Y es que emparejando dos de las tibias se ha podido comprobar que no corresponden a las misma persona debido a las diferencias de longitud entre ambas.

El documento concluye que las tibias son de personas de raza blanca y que no pertenecen a individuos de edad avanzada, sino mĂ¡s bien de adultos jĂ³venes, ya que no se observan «signos de degeneraciĂ³n artrĂ³sica de ningĂºn tipo, ni crecimiento osteofĂ­tico».

TambiĂ©n resalta que «los huesos fueron robados de algĂºn osario y manipulados tiempos antes del actual, como demuestra la epĂ­fisis distal de una de las tibias donde se observa claramente que la brea se ha adherido a una erosiĂ³n previa y de larga evoluciĂ³n». Apunta que ningĂºn hueso muestra signos de haber sido alterado por raĂ­ces, ni tampoco por animales.

Uno de los asuntos centrales y mĂ¡s complejo del estudio ha sido averiguar la fecha en que murieron las cuatro personas. Para ello se ha hecho un anĂ¡lisis macroscĂ³pico de los restos que, a pesar de las limitaciones, permite aseverar que se trata de personas de la poblaciĂ³n urbana ibĂ©rica fallecidas en el siglo XX. «Del anĂ¡lisis macro y microscĂ³pico, se deduce que los huesos estĂ¡n en una fase mediada/avanzada de evoluciĂ³n, por lo que su intervalo postmorten (IPM) es superior a los 20 años con seguridad y probablemente pueda duplicar esta data o triplicarla», segĂºn el dictamen de los especialistas. «Estos huesos tienen un nivel de deterioro y evoluciĂ³n coincidente con restos de exhumaciones de la Guerra Civil y podrĂ­an interpretarse en algunos casos como contemporĂ¡neos o incluso mĂ¡s recientes», indica por Ăºltimo el informe que no ha podido determinar la causa de la muerte de estos individuos.

Los agentes de la comisarĂ­a 3 de la PolicĂ­a Municipal, que dirige la comisarĂ­a Ema Teresa, prosiguen ahora con las pesquisas para determinar como pudieron llegar los huesos humanos a la santerĂ­a y si se la propietaria puede estar relacionada con la venta de restos de esqueletos y cadĂ¡veres. Los huesos hallados en la santerĂ­a se encuentran custodiados por la PolicĂ­a a la espera de lo que decida la autoridad judicial.

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