Los villancicos suenan en la ciudad ucraniana de Leópolis (oeste) y en el frente de la guerra, mientras los habitantes del paĆs golpeado por la invasión rusa recurren a las tradiciones en busca de unidad y esperanza en un momento en que su cultura se enfrenta a un peligro existencial.
"Que haya salud y alegrĆa", recita un grupo de hombres vestidos con trajes tradicionales del pueblo de Krivorivnia, en los CĆ”rpatos, rodeados de una multitud tambiĆ©n vestida de fiesta.
Entre ellos no hay hombres de mediana edad, ya que muchos luchan en el este.
Sin embargo, como cada aƱo, cantan villancicos en estos dĆas navideƱos, junto con otros grupos que van de casa en casa o actĆŗan en las calles de la ciudad.
La importancia de la tradición
Durante siglos, los villancicos han servido como almacƩn constantemente actualizado de la memoria y las tradiciones nacionales de Ucrania.
Fue asĆ en el oeste del paĆs, donde estas tradiciones sobrevivieron mejor durante el intento de la Unión SoviĆ©tica de aplastar la cultura ucraniana.
Tras la independencia de Ucrania hace mƔs de 33 aƱos, estas tradiciones han resurgido, a menudo mezclƔndose con el arte moderno para dar lugar a originales interpretaciones.
Ahora que las fuerzas rusas presionan en el este y todo lo ucraniano estƔ siendo borrado en los territorios ocupados por el EjƩrcito de Rusia, el sentimiento de que esto es algo que hay que valorar es especialmente agudo.
"Incluso la gente del este, menos familiarizada con estas tradiciones debido a la influencia rusa en el pasado, siente un gran apetito por ellas", declaró Marina Mazur, del grupo de música folclórica 'I Sad Zatsviv'.
Justo después de terminar su actuación en Leópolis, Mazur y su compañera cantante Yulia Oliyar estÔn a punto de embarcarse rumbo a Kramatorsk, en la región oriental de Donetsk, donde interpretarÔn villancicos para los soldados y lugareños.
La Navidad es unidad
La Navidad es sinónimo de unidad y allà se siente especialmente la necesidad de ella, explicaron.
"Cuando vemos llorar a los soldados que podrĆan ser nuestros padres mientras escuchan villancicos sentimos lo importante que es que todos les apoyemos con todo lo que hacemos", aƱadió Oliyar.
"Paso a paso, tenemos que luchar por nuestra victoria para que la próxima Navidad todas las familias se reúnan", dijeron los jóvenes cantantes al público de Leópolis.
"AquĆ, en Leópolis, hablamos de la guerra para que la gente, que inevitablemente se adapta a ella, no la acepte como parte normal de su vida. Y en el frente hablamos de la luz, el bien y el amor que hay allĆ, para apoyarlos", subrayó Oliyar.
La luz debe prevalecer sobre la oscuridad
"La Navidad trata de la luz que vence a la oscuridad, del bien que vence al mal", dijo a EFE Petro Datskiv, participante en un 'vertep', recreación de un belén impregnada de tradiciones ucranianas.
Junto con varios amigos de Leópolis, canta villancicos a cambio de donativos para preparar otro viaje al frente.
En Ć©l, el grupo no sólo actuarĆ” ante los soldados, sino que les llevarĆ” dispositivos de visión tĆ©rmica, acumuladores de energĆa y otros equipos muy necesarios.
"Por desgracia, ya no podremos ir a Pokrovsk, como el aƱo pasado", dijo Datskiv.
Cantar villancicos en la ciudad sitiada de la región de Donetsk siempre ha sido especialmente simbólico, explicó.
Fue allĆ donde un compositor ucraniano, Mikola Leontovich, reelaboró textos folclóricos para crear hace mĆ”s de 100 aƱos el famoso villancico ucraniano 'Shchedrik', que, conocido en el extranjero como "Villancico de las campanas", se ha convertido desde entonces en una de las melodĆas navideƱas mĆ”s reconocidas del mundo.
"La mĆŗsica divina que se escribió allĆ y el mal que trajo Rusia (a la ciudad) muestran claramente la diferencia entre nosotros y ellos. Nosotros nos esforzamos por crear, mientras que para algunos el sentido de la vida es sembrar la muerte", apuntó sobre el villancico el presidente ucraniano, VolodĆmir Zelenski, en su discurso de Navidad.
Varias unidades militares ucranianas que actualmente protegen la ciudad han desafiado el peligro para grabar una interpretación del villancico en Pokrovsk.
"Nuestros villancicos alivian un poco a los soldados, al menos brevemente. Y ayudan a demostrarles que nos importan mucho", concluyó Datskiv.
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