Haciendo girar pañuelos rojos brillantes y bailando al ritmo de la música folclórica, más de una docena de robots con apariencia humana subieron al escenario más grande de China en enero, haciendo un debut espectacular en la gala anual del Año Nuevo Lunar.
La notable actuación, vista por más de 1.000 millones de personas, es un recordatorio destacado del gran avance de los robots humanoides chinos. En los últimos dos meses, los videos de los robots humanoides del paÃs realizando movimientos como paseos en bicicleta, patadas circulares y volteretas laterales han revolucionado internet, a menudo amplificados por los medios estatales como un potencial impulsor clave del crecimiento económico.
Aunque muy pocos humanoides se producen en masa, la competencia con Tesla de Elon Musk, uno de los pioneros reconocidos en este campo, se intensifica. La promesa de un futuro de “I, Robot”, donde las máquinas se encargan de las tareas domésticas y sirven como cuidadores, ha llevado a casi todas las grandes empresas tecnológicas, tanto de Estados Unidos como de China, a apostar por los humanoides o la robótica.
Microsoft, Nvidia y el fundador de Amazon, Jeff Bezos, han invertido en el fabricante estadounidense de humanoides Figure AI. Mientras tanto, Meta planea importantes inversiones en humanoides, según un informe de Bloomberg del mes pasado.
Musk, cuyo humanoide Optimus ha despertado interés mundial desde su debut en 2022, predijo el mes pasado que el proyecto por sà solo podrÃa generar más de US$ 10 billones en ingresos.
Si bien puede que pasen otros cinco a 10 años hasta que los robots humanoides tengan un impacto social real, eventualmente podrÃan convertirse en el próximo producto electrónico de consumo ampliamente adoptado, según Xi Ning, profesor titular de Robótica y Automatización en la Universidad de Hong Kong.
“Todo el mundo los necesitará, como los automóviles, como los teléfonos móviles, y el volumen potencial del mercado será enorme”.
Goldman Sachs proyectó el año pasado que el mercado global de robots humanoides alcanzarÃa un valor de US$ 38.000 millones para 2035. En cinco años, estiman que se enviarán 250.000 unidades humanoides, principalmente para uso industrial, mientras que los consumidores comprarán alrededor de un millón de unidades al año en aproximadamente una década.
Beijing, que busca replicar el éxito de China en el mercado de vehÃculos eléctricos, quiere estar a la vanguardia de ese crecimiento.
China está ansiosa por posicionar al paÃs como una potencia tecnológica mundial y aprovechar el impulso de los recientes logros chinos en ese campo (como el modelo de razonamiento de la startup de inteligencia artificial DeepSeek que sorprendió al mundo en enero), especialmente a medida que Estados Unidos endurece las restricciones tecnológicas sobre Beijing.
A pesar de entrar en la carrera más tarde que sus rivales estadounidenses, como Tesla, Boston Dynamics y Figure AI, los expertos afirman que las empresas chinas están acortando distancias rápidamente. Gracias a su extraordinaria capacidad para optimizar las cadenas de suministro y reducir costos, las empresas chinas también están acelerando la producción en masa de humanoides.
Jugando a ponerse al dÃa
China ya domina el espacio de los robots industriales, desplegando más de ellos cada año desde 2021 que todos los demás paÃses juntos, según la Federación Internacional de Robótica , una organización no gubernamental con sede en Alemania.
En comparación con los humanoides, los robots industriales suelen contar con tecnologÃa menos avanzada y realizar tareas menos sofisticadas. Se utilizan ampliamente en entornos industriales para la fabricación o el transporte.
Al igual que con los vehÃculos eléctricos, Tesla fue una de las pocas grandes empresas pioneras en el desarrollo de humanoides cuando Musk presentó el proyecto en 2021 y presentó un prototipo de Optimus un año después. Desde entonces, Beijing ha respaldado públicamente la industria de la robótica humanoide con crecientes campañas de financiación y apoyo gubernamental.
En un documento de polÃticas de 2023 , el Ministerio de Industria y TecnologÃa de la Información de China identificó la industria de la robótica humanoide como una “nueva frontera en la competencia tecnológica” y estableció un objetivo para 2025 para la producción en masa y cadenas de suministro seguras para los componentes centrales.
“China comenzó relativamente tarde, pero tiene sus propias ventajas, como un mercado enorme y una cadena de suministro relativamente completa para la tecnologÃa, lo que les permite desarrollar fácilmente tipos similares de robots a un precio más bajo”, dijo Xi en la Universidad de Hong Kong.
En los últimos tres años, varios gobiernos locales, incluidas grandes ciudades como Beijing , Shanghái y Shenzhen, han anunciado planes para establecer o han lanzado fondos de inversión dedicados al desarrollo de la robótica, por un total de al menos 73.000 millones de yuanes (US$ 10.000 millones),
El mes pasado, el lÃder chino Xi Jinping presidió una reunión de alto nivel con los principales ejecutivos empresariales del paÃs. Entre los sentados en primera fila se encontraba Wang Xingxing, CEO de Unitree, la empresa creadora de los robots bailarines virales, lo que indica la creciente atención de Beijng a este sector emergente.
Además de Unitree, otros actores nacionales importantes incluyen a UBTech, con sede en Shenzhen, Agibot, respaldado por el gigante chino de vehÃculos eléctricos BYD, Robotera, con sede en Beijing, y Fourier Intelligence, con sede en Shanghái, asà como el fabricante de vehÃculos eléctricos XPeng.
Falta de tecnologÃas centrales
Los expertos afirman que China aún está por detrás de Occidente en ciertas tecnologÃas clave, a pesar de dominar la cadena de suministro. Alrededor del 56 % de las empresas de la cadena de suministro de robots humanoides tienen su sede en China, según un informe de investigación de Morgan Stanley publicado el mes pasado.
Pero China aún necesita lograr un avance en “tecnologÃas centrales”, como chips de procesadores, sensores de alta precisión y sistemas operativos de robots, para reducir su dependencia de la tecnologÃa extranjera, dijo Zhang Dan, profesor de Robótica Inteligente y Automatización en la Universidad Politécnica de Hong Kong.
Los chips de inteligencia artificial sustentan los sistemas operativos de los humanoides, guiando su pensamiento, percepción y movimiento. Muchos desarrolladores de humanoides dependen de los productos del gigante de los chips de IA, Nvidia. En su conferencia anual para desarrolladores la semana pasada, la compañÃa presentó un nuevo modelo de base de IA para robots humanoides.
Argumentando motivos de seguridad nacional, la administración de Biden endureció progresivamente las restricciones a la exportación de chips avanzados que podrÃan impulsar al Ejército chino. Beijing ha buscado desarrollar su cadena de suministro nacional de chips como parte de su iniciativa de autosuficiencia.
Además, las empresas europeas, estadounidenses y japonesas siguen dominando los componentes de gama alta, como sensores, asà como motores y tornillos que impulsan movimientos robóticos con mayor precisión y estabilidad, según un informe de Morgan Stanley del mes pasado.
Para superar estas deficiencias, los proveedores chinos están intentando activamente hacer negocios con Tesla. Muchos de ellos han enviado muestras de componentes para que Tesla las revise, según PK Tseng, gerente sénior de investigación de TrendForce, una firma de análisis de mercado.
“Después de que los fabricantes de la cadena de suministro china brindan componentes a Tesla, los perfeccionan basándose en los comentarios de las pruebas y luego ofrecen las versiones mejoradas a los fabricantes nacionales”, dijo.
Con el tiempo, esto crea un ciclo de avances tecnológicos continuos, mejorando la calidad de toda la industria nacional de robótica humanoide, explicó.
Competitividad de precios
Si bien aún existen brechas tecnológicas, China ha emergido como un disruptor de precios en esta naciente industria.
Engine AI, con sede en Shenzhen, lanzó su modelo PM01 a fines del año pasado por solo 88.000 yuanes (US$ 12.175), mientras que el G1 de Unitree, capaz de ejecutar una patada circular, lo siguió con un precio de 99.000 yuanes (US$ 13.697).
En un evento el año pasado, Musk estimó que el precio del Optimus de Tesla oscilarÃa entre US$ 20.000 y 30.000. Bajar los precios de los humanoides marcarÃa un paso importante para su futura comercialización y una adopción más amplia.
Más allá de las startups, empresas consolidadas de vehÃculos eléctricos como BYD y XPeng también se han aventurado en el sector de los humanoides. Los expertos afirman que años de competencia feroz y una guerra de precios en China han perfeccionado su capacidad para escalar la producción rápidamente y, al mismo tiempo, reducir los costos.
Dado que la complejidad de fabricación de los robots humanoides comparte similitudes con la de los vehÃculos eléctricos, particularmente en componentes como sensores y baterÃas, los fabricantes de vehÃculos eléctricos tienen una ventaja en este espacio, según Brady Helwig, director asociado de EconomÃa en Special Competitive Studies Project, un grupo de expertos estadounidense.
A fines del año pasado, XPeng presentó su robot humanoide, Iron, con planes de producción en masa para fines de 2025. Casi al mismo tiempo, BYD lanzó una campaña de reclutamiento para desarrollar su propia versión, después de haber invertido en otros fabricantes nacionales de humanoides.
A medida que la crisis demográfica del paÃs se agrava, los lÃderes chinos ven a los robots humanoides como una posible solución para compensar la disminución de la fuerza laboral, afirmó Helwig. La población de China se ha reducido durante tres años consecutivos.
“Si los robots humanoides pudieran escalarse e implementarse ampliamente en toda la economÃa, este serÃa el tipo de factor imprevisto que realmente podrÃa ayudar a aliviar esa brecha”, afirmó.
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